El embarazo es una etapa llena de cambios para el cuerpo de la mujer. Entre las zonas que más se ven afectadas está el suelo pélvico, un conjunto de músculos que sostiene órganos como la vejiga, el útero y el recto.
Cuidar de esta musculatura durante la gestación no solo ayuda a prevenir problemas de incontinencia o dolor, sino que también facilita el parto y mejora la recuperación en el posparto.
Beneficios de ejercitar el suelo pélvico
Prevención de la incontinencia urinaria.
- Menor riesgo de prolapsos.
- Mejor control durante el trabajo de parto.
- Recuperación más rápida tras el nacimiento.
Ejercicios recomendados
Ejercicios de Kegel básicos
- Contrae los músculos del suelo pélvico como si intentaras detener el flujo de orina.
- Mantén la contracción durante 5 segundos y relaja.
- Repite 10 veces, 2-3 veces al día.
- Respiración diafragmática
- Colócate en una posición cómoda, con las manos sobre el abdomen.
- Inspira profundamente, llevando el aire hacia la tripa, y suelta lentamente.
- Este ejercicio ayuda a mejorar la conexión entre respiración y suelo pélvico.
- Elevador pélvico
- Túmbate boca arriba con las rodillas flexionadas.
- Eleva suavemente la pelvis hacia arriba mientras contraes el suelo pélvico.
- Mantén unos segundos y baja despacio.
Consejos adicionales
- Evita cargar peso en exceso.
- Practica actividad física moderada como caminar o pilates adaptado.
- Consulta siempre con tu fisioterapeuta antes de realizar nuevos ejercicios.