Los cólicos del lactante son una de las principales preocupaciones de muchos padres durante los primeros meses de vida de su bebé. Se caracterizan por episodios de llanto intenso y difícil de consolar, generalmente por la tarde o la noche, acompañados de tensión abdominal y malestar.
Aunque son un proceso benigno y autolimitado, pueden generar gran angustia en las familias. La fisioterapia pediátrica ofrece un enfoque seguro y eficaz para aliviar los síntomas y mejorar el confort del bebé.
¿Qué son los cólicos del lactante?
Se trata de episodios de dolor abdominal asociados a inmadurez digestiva y gases acumulados. Se diagnostican cuando el bebé llora durante más de 3 horas al día, más de 3 días a la semana y durante al menos 3 semanas seguidas.
Cómo ayuda la fisioterapia
Mediante técnicas manuales suaves y específicas, el fisioterapeuta puede:
- Facilitar la expulsión de gases y mejorar el tránsito intestinal.
- Relajar la musculatura abdominal y diafragmática.
- Favorecer un sueño más tranquilo y reparador.
- Reducir la frecuencia e intensidad de los episodios de llanto.
Consejos prácticos para padres
- Realizar masajes abdominales suaves en el sentido de las agujas del reloj.
- Colocar al bebé boca abajo sobre el antebrazo (posición del “tigre”).
- Aplicar calor seco suave en la barriguita.
- Mantener rutinas tranquilas antes de dormir para favorecer la relajación.
Conclusión
Los cólicos del lactante, aunque temporales, pueden ser muy estresantes para el bebé y la familia. Con la ayuda de la fisioterapia y pequeñas rutinas en casa, es posible reducir el malestar y acompañar al bebé en esta etapa de forma más tranquila y segura.